Pasión del Salvador.

Dios mío , hoy te vuelvo a ver, sigues igual. Yo pasé y tú quedaste.Soy arena para el tiempo y tú madera, la madera del rezo y los lamentos... Señor yo te cuido y te vigilo. Cada año que pase yo estaré aquí. Y también esa gubia loca delirante, creadora de la perfección.

No quiero que sepas que estoy aquí. Sólo quiero ver tus manos, tu sangre, tu forma, tal vez sólo tu silueta, caminando entre las nubes de los aromas de la ciudad.

La gubia me habló, yo te pensé y ella te acarició.

Hoy la ciudad, tú ciudad, te espera, hoy vuelves a casa, dónde volveré a esperarte unos días más, sentado y paciente viendo los amaneceres y hablando con los pájaros de nuestra intensa pasión. Este año serán dos.

Sinceramente, Señor, me das miedo, es algo más que respeto. Cuando te busco y te miro, por las esquinas de tus calles, prefiero no ver tu cara, porque se que tú me veras algún día y me miraras a los ojos y hasta puede que me hagas llorar cuando me digas "Yo soy él".

Señor mió, no pararé, volveré a buscarte, esperare encontrarte por mucho que tenga que andar, estaré muy atento, aguantando con devoción, hasta verte respirar.

J.M.M