LA ESPERANZA NO PASÓ POR LA PALMERA

A pesar de que no me gusta mezclar churras con merinas hoy lo voy hacer.

Se que no es bueno escribir sobre el fútbol para utilizarlo de símil con nuestras cofradías y nuestra ciudad, es un terreno tan embarrado que no cuadran con normalidad. Pero como el que escribe soy yo, hoy me lo permito y expreso mi opinión, la mía, la de mi blog. Y espero se tomen esto como un aprendizaje más sobre nuestra tan complicada y preciosa ciudad.

Todos sabemos la fama de dualidad que tiene esta ciudad llamda Sevilla, pero puesto a pensar después de sucederse los hechos que ayer acaecieron me saco las imágenes que estaban en el recuerdo como cuando destapas una botella de vino y el corcho se te resiste. Vas girando y girando el abridor y cada vez que sacas un milímetro de corcho vas pensando que falta poco y en como estaba el corcho antes de apuñalarlo con el abridor. Así descubro que Sevilla no tiene dualidad, más bien me reafirmo, Sevilla es la dualidad, dualismo puro y duro, es el yin y el yang vamos que deberíamos sustituir la definición de Dualismo “de la Wikipedia” para que ponga “Dualismo = Sevilla, Spain”.

Tenemos dos orillas, en una un barrio y en la otra toda una ciudad y curiosamente cada cual a su estilo pero las dos con una Esperanza que se llama María, igual para todos.
En un lado hay una Catedral de las más grandes por contemplar y en el otro está Santa Ana, la catedral de Triana.
Esperanza y Macarena dos Señoras de la ciudad, una de Sevilla y otra de Triana, las dos de verde, de verde “Esperanza”.

Este dualismo va más allá cuando pienso en el fútbol de la ciudad.
Sevilla y Betis, (que no se me enfade nadie que el orden es por creación de Dios y ya que el orden de los factores no altera el producto ...) dos equipos, uno de verde y blanco, verde esperanza curiosamente, el otro de blanco y rojo, blanco inmaculado, como la Virgen, y es que Sevilla es ciudad mariana, y rojo como la sangre de los Sevillanos.

Lo típico, cuando uno está arriba el otro está abajo, a veces uno más que otro...pero en definitiva el fútbol en Sevilla es un ir y venir y si no que se lo pregunten a Chaparro que hace unos meses era salvador y entrenador del Betis para y por siempre jamás y de un día a otro arrojado al foso y echado a patadas por el club de sus amores.

Y es que la vida da tantas vueltas que miren ustedes que casualidad que el Betis desciende a segunda en favor de que un Sporting de Gijón y Osasuna se quede en primera.
Hagamos una regresión con nuestra mente a años atrás, 1 de junio de 1997, sólo doce años, cuando el Sevilla FC se jugaba el descenso en tierras asturianas ante el Oviedo y el Betis jugaba en casa con el Sporting....nada más tienen que leer que este enlace de prensa al periódico “El Mundo” para imaginarse de que les hablo : http://www.elmundo.es/1997/06/01/deportes/01N0084.html

Curiosamente en ese Sevilla que descendió estaba un Monchi de portero que después ha hecho grandes los sueños de ese club, incluso un tal Marcos Vales que años después marcó un gol en un derby que valió tres puntos al equipo de Nervión. Y en las filas verdiblancas del Betis había jugadores emblemas como Márquez, Ríos, Alexis, Sabas o Alfonsito que no son ni llamados por el club por Navidad.

¿Más dualidad queremos?...el otro equipo que le ha soltado la mano al Betis para que descienda ha sido Osasuna , ese equipo que tan mal se lo ha hecho pasar en falsas finales y eliminatorias al otro equipo, al Sevilla y que incluso fue homenajeado en el estadio de Lopera otorgándolo de equipo amigo y a su entrenador el panchito Aguirre por algo que no se entiende aún.

¿Curioso verdad?...es cierto aquello de que dónde las dan las toman.

Pero me estoy desviando del tema y como decía no quería mezclar churras con merinas, por eso he hablado por separado de una cosa y de la otra, ahora las mezclare que pa’ eso escribo yo.

31 de junio de 2009 , día que será recordado por muchos Sevillanos, y seguimos con las dualidades, ya que si media Sevilla estaba en el Rocío , la otra estaba en Sevilla repartida entre Triana y la Palmera. Lagrimas en ambos lugares, unas de sentimiento y otras de rabia en impotencia.

Por Triana pasaba ante los ojos de miles de fieles la Esperanza de Triana que se dirigía, con paso parsimonioso, a la Catedral de Sevilla con motivo de su 25 aniversario de la coronación. Una Esperanza que a pesar de tener color verde no pasó por la avenida de la Palmera, ni siquiera desvió su tímida sonrisa morena que se refleja cada madrugá en el río cuando pasa por el Puente. Allí, en el Lopera Stadium,muchos seguidores verdiblancos la esperaban con las manos entrelazadas...y la mayoría tendrá que verla el próximo sábado cuando vuelva a Triana.

La Esperanza llegó, roneó y se marchó, al estilo de Triana, por momentos elegante, por momentos en su estilo, andando hacia atrás que a algunos puede gustar y a otros disgustar, como el juego del Sevilla en esta temporada, pero que siempre está ahí porque es una de las grandes...curioso símil de nuevo ¿verdad?.

Y es que la Esperanza, aunque vista de verde, ayer no pasó por la Palmera.

M. Álvarez